En la pasada decimoquinta edición de la Feria Internacional del Libro Santa
Cruz de la Sierra se podía encontrar libros de grandes autores de cuentos.
Hablaremos de algunos de ellos: Edgar Allan Poe, Anton Chéjov, H.P. Lovecraft,
Jorge Luis Borges y Ernest Hemingway. Autores que fueron trascendentales para
la evolución del género del cuento. Tanto la técnica y la trama de sus cuentos
han sido y siguen siendo inspiración y guía para los cuentistas contemporáneos.
En esta nota veremos a Ernest Hemingway y su teoría del Iceberg.
Ernest Hemingway nació en Oak Park, Illinois en los Estados Unidos.
Se dedicó a la escritura y al periodismo, participó de las dos guerras
mundiales y de la guerra civil española. Escribió varias novelas, entre las que
se destacan “Por quién doblan las campanas” y “El viejo y el mar”; además
publicó varios libros de cuentos. Tuvo una vida como pocos, se casó cuatro
veces, viajó a muchos lugares, luchó en tres guerras y sobrevivió dos accidente
aéreos consecutivos para terminar suicidándose. Era un tipo de carácter fuerte.
En la película “Hemingway &
Gellhorn” interpretada por Clive Owen y Nicole Kidman se puede apreciar el
periodo de la guerra civil española en la vida de Hemingway.
Hemingway desarrolló la teoría
del Iceberg en la basa en su trabajo. Esta explica que lo más importante de un
relato no es lo que se escribe sino lo que se omite. El lector va
sobrentendiendo cosas que el autor sabe pero que evita explicitar. Esto se
puede ver también en los trabajos de
Anton Chéjov donde la fuerza del cuento cae en lo que está por debajo de
la aparente trivialidad de los hechos narrados. Hemingway nos dice que siempre
se narran dos historias: una explícita y otra que está por debajo. Esta puede
aparecer al final o dejarnos con la duda. La teoría del Iceberg está bien
difundida entre los escritores contemporáneos y es de gran importancia.
Otro de mis objetivos para
comprar en la pasada decimoquinta
edición de la Feria Internacional del Libro Santa Cruz de la Sierra era
encontrar libros de Hemingway. El primer día tuve la suerte de encontrar dos
tomos en el estand de la Librería Lectura (La Paz). Volvía al día siguiente y
ambos habían desaparecido. Llegaron más tomos pero tan pronto como llegaban la
gente se los llevaba, al final no pude comprarlos. A pesar de mi mala
suerte creo que es bueno que el público
cruceño lea a Hemingway.
Foto by Fabricio Cárdenas
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