Perdiendo prejuicios, conociendo mejor

Leyendo la revista Mujer Pública, me di cuenta de la gran calidad de escritores que tiene Santa Cruz y Bolivia. Me apena mucho ser parte de la mayoría de personas que conoce libros de grandes autores de otros países, pero solo dos o tal vez tres de autores bolivianos. Pero, ¿a qué se debe esto?, ¿por qué tenemos el prejuicio de decir o pensar,  lo boliviano es “trucho”?, y aunque muchos no lo demuestren  inconscientemente prefieren productos extranjeros.

Es fácil notar el ejemplo de cualquier persona que va al supermercado un día cualquiera, ve un nuevo producto, (con un  diseño atractivo, hay que decirlo)  se entusiasma , y piensa en comprarlo,  hasta que ve el sello con las letritas “Hecho en Bolivia” y comienza a desconfiar,  o simplemente lo deja y escoge otro que tenga alguna marca o sello  de “internacional”.

Este mal concepto de que todo aquello que es  producido en Bolivia no es tan bueno como lo producido en el exterior, afecta de manera radical a aquellos artistas literarios, los cuales quedan sin apoyo para sus proyectos, dando lugar a la pérdida de mucho talento.

La feria del libro siempre ha sido una gran pasión para mí, un lugar lleno de personas de mi mismo , me atrevo a decir “equipo”, personas que aman leer y escribir tanto o más que yo. La feria me sorprende cada año, y siempre la espero, con las mismas ansias con las que la esperé cuando tenía diez  años y fui  por primera vez. 

Este año en la XV Feria Internacional del libro  quiero enriquecer mi conocimiento sobre escritores bolivianos, sobre todos aquellos talentos  que a veces están cerca de nosotros y que no somos capaces de notar por el “brillo”, de lo que tiene marca de  internacional. En la feria no todo son  solo cuentitos de niños y pequeños teatros. Este año trataré de visitar  en la feria diferentes stands de gente boliviana, escritores del país, sobre todo un stand que llama mucho mi atención, el stand de Mujeres Creando que ha despertado en mi una gran curiosidad, quiero verlo, enterarme de sus publicaciones, sus libros, y si es posible, tratar de aprender de estas mujeres que luchan por los derechos de otras  escribiendo  de una manera fresca, sencilla, pero con mucho sentimiento y con mucho que decir. No solo en el ámbito de mostrarse como escritoras feministas, sino también  escritoras bolivianas, muy buenas por cierto, y muy creativas.

Recuerdo años anteriores donde miraba ese pequeño stand rojo con negro, y con grandes palabras como “puta”, “machismo” y “feminismo”, escritas con aerosol  en telas que colgaban de las paredes. Recuerdo que observaba el stand con cierto desdén, hasta con cierto prejuicio, me preguntaba: ¿porque esta mujeres se encuentran aquí? , si ellas solo se encargan de pintar paredes, no son escritoras solo son activistas. Pues estaba muy equivocada, y solo a través de la lectura de diferentes artículos de algunas  integrantes del grupo  es que pude comprender la importancia para Bolivia de esta organización, y sé que este año no tendré la mirada de desdén como el año pasado, sino la mirada de interés al ver a aquellas buenas escritoras, participando de esta feria, en mi opinión una de  las ferias más importantes que tiene  Santa cruz.